Un día te encuentras tomando una clase de actualización médica como parte de tu preparación para pasar a la especialidad de tus sueños. Sin embargo, por más que te esfuerzas, tu mente sigue divagando en otros temas dificultando tu concentración y comprensión ¿Te suena familiar esta situación? Probablemente esto se deba a que las clases del curso que estás realizando fueron diseñadas sin tener en cuenta el tiempo máximo de atención sostenida de nuestro cerebro, el cual, de acuerdo a diversos estudios, oscila entre 15 a 30 minutos dependiendo de la persona.
Aunque la atención en una clase no depende únicamente del tiempo, pues también existen otros aspectos como la complejidad del tema, la adecuada comunicación del profesor y el interés que tengamos en aprender, si se trata de un tema clave para nuestra capacidad de concentración.
¿Clases largas o clases cortas?
Usualmente, cuando pensamos en una clase de larga duración la relacionamos con la posibilidad de abordar de manera más amplia un tema en específico. Ahora bien, aunque recibir más información comúnmente suele pensarse como un beneficio, en realidad, el aprendizaje no depende de la cantidad de información que recibimos sino de la correcta comprensión y asimilación de la misma. Por lo que el hecho de que estemos recibiendo información no necesariamente significa que estemos adquiriendo conocimiento.
Por otro lado, lo que se pretende implementar en las clases de corta duración es el aprendizaje espaciado, un método que ha demostrado su efectividad en la memorización a largo plazo y el cual se basa en dividir la información en intervalos de tiempo, en lugar de acumularla en una única sesión de estudio, puesto que esto facilita nuestra interiorización de los conceptos. Esto es debido a que cuando consumimos información por medio de la cual podemos relacionar temas cortos con aprendizajes que ya hemos memorizado, la probabilidad de que esos nuevos temas queden grabados en nuestra memoria es mayor.
Por esta razón, muchos centros educativos y plataformas virtuales están evolucionando su metodología de enseñanza y, con la ayuda de las nuevas tecnologías, están implementando lecciones por medio de cápsulas educativas. Es decir, clases fragmentadas en sesiones cortas, las cuales además de responder a nuestras necesidades cognitivas también son capaces de adaptarse a las limitaciones de tiempo que trae nuestro ritmo de vida actual.
¿En qué consisten las cápsulas educativas?
Las cápsulas educativas tienen una duración de aproximadamente 15 minutos y son presentadas bajo distintos formatos digitales como las infografías, los libros electrónicos, los videos educativos, entre otros y permite obtener conocimiento preciso sobre un tema determinado manteniendo un ambiente óptimo para conservar nuestra atención. Estas cápsulas deben de ser capaces de condensar el contenido que nos quieren mostrar garantizando cuatro principios básicos:
· Contenido práctico y realista.
· Información acorde a nuestro contexto social.
· Lenguaje conciso y sin ambigüedades.
· Debe contener ejemplos o casos de estudio.
De esta forma, aun cuando los contenidos sean complejos podremos obtener beneficios como un mayor nivel de concentración y aprendizaje.
Recuerda que la educación y la preparación es el camino para todos aquellos que deseamos cumplir nuestro sueño de ser médicos especialistas y para ello es importante que entendamos la importancia que cobra el escoger un curso que haya sido estructurado teniendo en cuenta nuestras necesidades y nuestras expectativas.