Cada día que pasa es más común encontrarnos con pacientes que sufren de alguna enfermedad del sistema digestivo. En nuestros turnos o consultas, estas personas manifiestan un cuadro clínico con una serie de síntomas como lo son los dolores agudos o crónicos, los cuales debemos de identificar para poder brindar un buen manejo.
Entre las muchas patologías que podemos encontrar relacionadas con los órganos encargados del proceso de la digestión, queremos repasar, por medio de este artículo, las cuatro enfermedades más comunes de acuerdo a su ubicación en el sistema digestivo, partiendo de que la mayoría de estas condiciones médicas se producen debido a los malos hábitos alimenticios y estilos de vida de cada paciente; sin embargo, también debemos recordar que en algunas ocasiones influyen factores no modificables como la genética de cada individuo.
Enfermedades localizadas en el esófago: el reflujo gastroesofágico es algo que no todos tenemos porque no es fisiológico, no obstante, cuando este refleja síntomas y molestias, puede determinarse que es una enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), la cual afecta principalmente a la mucosa del esófago. Aunque sus síntomas son diversos, podemos identificar, de acuerdo a las respuestas de nuestro paciente, si siente pirosis (sensación de ardor o acidez en la boca del estómago) o si siente un sabor ácido en la garganta. De esta forma, daremos una aproximación diagnóstica rápida y efectiva.
Enfermedades localizadas en el intestino delgado: aunque identificar este tipo de enfermedad puede ser un poco complejo, lo podemos diagnosticar de manera ágil si encontramos en nuestro paciente una inflamación crónica del tubo digestivo y a su vez identificamos síntomas fiebre, dolor abdominal generalizado en cambios de deposiciones y proctalgia. Esta condición médica es también llamada “La enfermedad de Crohn” y es una de las principales afecciones del intestino delgado. Sus principales síntomas aparecen en jóvenes de 15 a 30 años y el 25% de sus afectados son menores de edad; estos datos pueden ser de gran ayuda para orientar nuestro proceso de diagnóstico permitiéndonos realizar el procedimiento necesario.
Enfermedades localizadas en el intestino grueso: otra de las afecciones que nos podemos encontrar en nuestras consultas es el cáncer colorrectal, el cual es un tumor maligno que afecta principalmente al intestino grueso y se localiza en el colon o en el recto. Si bien para determinar más concretamente si es un cáncer se necesitan múltiples exámenes, en la primera consulta podemos analizar los síntomas del paciente y los factores de riesgo más comunes. Dentro de los síntomas que nos podemos encontrar está la rectorragia, melenas o hematoquecia, cólicos generalizados y dolor abdominal fuerte, además de pérdida de peso. Así podremos determinar factores de riesgo que son los primordiales de un posible caso de enfermedad en el intestino grueso por lo cual lo más conveniente es remitir a exámenes lo más rápido posible.
Enfermedades localizadas en el hígado: finalmente, una de las condiciones médicas por la que suelen llegar a nuestra consulta es la “Enfermedad de Wilson”, la cual es una afección congénita que se transmite por herencia autosómica recesiva y que afecta al hígado. Esta enfermedad la podemos identificar fácilmente, puesto que su síntoma principal es una acumulación tóxica de cobre en el organismo, principalmente en el cerebro y en el hígado, provocando, a su vez, una discapacidad intelectual en el paciente caracterizada por descoordinación, cambio en el temperamento o temblor en reposo.
Si bien existen más enfermedades asociadas al sistema digestivo las cuatro que abordamos por medio de este artículo, son algunas de las más comunes. Comparte este blog con tus amigos y compañeros para que repasen juntos las afecciones del sistema digestivo y cómo brindar un diagnóstico más rápido y efectivo.