Dentro de la gran variedad de casos a los que nos enfrentamos diariamente en el servicio de urgencias, se encuentra el infarto agudo de miocardio, la principal causa de muerte de hombres y mujeres en todo el mundo. El IAM puede reconocerse porque nuestro paciente manifiesta la aparición brusca de algunos síntomas característicos como un dolor intenso en el pecho, dificultad para respirar, malestar general, agitación entre otros.
Frente a esta situación, existen diversos tratamientos que nos ayudan a salvaguardar la vida de nuestro paciente. Sin embargo, es importante que desde el primer momento se tenga una atención inmediata y eficaz que permita no solo un buen proceso clínico sino también un buen diagnóstico y tratamiento. Para esto, hoy queremos recordar cuál es el manejo inicial del IAM, puntualizando algunos términos que nos pueden ser de gran ayuda para brindar una atención adecuada y teniendo en cuenta que puede haber algunas variaciones en el manejo de cada situación dependiendo de lo estipulado por cada clínica y de las comorbilidades de cada paciente.
- Identifica los síntomas del paciente: aprender a reconocer cada manifestación clínica es elemental a la hora de dar un buen diagnóstico, para esto es importante precisar que el IAM se reconoce por síntomas de dolor intenso en el pecho, en la zona precordial, sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración. Este dolor también puede extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello.
- Brinda un manejo inmediato: ante la más mínima sospecha de infarto, debemos ser rápidos a la hora de brindar un tratamiento y, para eso, es importante que empecemos con una monitorización de los signos vitales; además de la administración de morfina para el dolor, siendo lo más importante la monitorización de signos vitales, suministro temprano de oxígeno y toma de un EKG en los primeros diez minutos. Resaltando además el uso de la troponina cardiaca (cTn) como biomarcador principal para establecer isquemia miocárdica. Paso seguido debemos propiciar a nuestro paciente nitroglicerina, para disminuir el trabajo del corazón y mejorar el flujo de sangre a través de las arterias coronarias.
Para el tratamiento de un ataque cardíaco se pueden usar distintos fármacos entre ellos:
- Trombolíticos: se usan para disolver coágulos que estén bloqueando las arterias coronarias.
- Betabloqueantes: disminuyen el trabajo que tiene que realizar el corazón y sirven para prevenir otros ataques cardíacos.
- Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina: bajan la presión arterial y disminuyen el esfuerzo que tiene que hacer el corazón.
- Anticoagulantes: hacen que la sangre sea menos espesa y previenen la formación de coágulos en las arterias.
- Realiza los exámenes pertinentes: realiza los exámenes generales de rutina al ingreso (hemograma, glucemia, ionograma, coagulograma y perfil lipídicos, esto nos ayudará a darle un buen manejo después de la crisis y sin duda tener un diagnóstico más acertado.
Sin embargo, es importante aclarar que no todo paciente con IAM se le debe realizar los procedimientos anteriormente mencionados; recuerda que cada uno tiene su propia historia clínica y es aquí donde prima la importancia de conocer las comorbilidades, factores de riesgo, antecedentes de importancia entre otros.
Ahora que recuerdas cómo debe darse un manejo inmediato ante la sospecha de IAM en urgencias, puedes compartir este blog con tus compañeros, seguro será de gran ayuda para repasar temas que a veces por la premura del tiempo o por las situaciones de estrés podemos pasar por alto.