
El entorno hospitalario es un espacio donde las decisiones se toman rápido, las emociones están a flor de piel y los errores pueden tener consecuencias graves. En medio de esta presión, los equipos de salud enfrentan un desafío constante: comunicarse de manera clara, respetuosa y efectiva. La comunicación asertiva es una competencia esencial que mejora la calidad del trabajo, reduce el desgaste emocional y protege el bienestar de los médicos y sus colegas.
El resultado de estas situaciones, pueden ser discusiones, malos entendidos y un ambiente laboral que incrementa el desgaste mental.
La comunicación asertiva es la capacidad de expresar lo que piensas y sientes de manera clara, respetuosa y firme, sin caer en la agresividad ni en la pasividad.
En salud significa:
En un servicio de urgencias no hay espacio para ambigüedades. Ejemplo:
“¿será que me ayudas con el paciente de la 12?”, es una indicación ambigua, sé claro y cortés, así: “necesito que revises signos vitales del paciente de la cama 12 ahora, por favor.”
Estructura tus mensajes en 4 pasos:
Este método es muy usado en hospitales y reduce errores de comunicación.
No basta con lo que dices, sino cómo lo dices:
Aceptar todo genera sobrecarga y resentimiento. Ejemplo:
“Ahora mismo no puedo asumir ese procedimiento, pero puedo ayudarte en cuanto termine esta valoración.”
Una frase como “entiendo tu preocupación” antes de dar tu punto de vista disminuye la tensión y abre el diálogo.
La comunicación asertiva no elimina la presión del trabajo médico, pero cambia la forma en que la enfrentas tú y tu equipo, es una herramienta que protege tu bienestar, fortalece la relación con tus colegas y mejora la atención al paciente. Ser asertivo no significa ser duro ni complaciente: significa ser claro, humano y respetuoso, incluso en medio del caos hospitalario.
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