Dentro de nuestras funciones diarias como profesionales de la salud podemos encontrarnos con situaciones estresantes que nos exigen pensar y actuar rápidamente para evitar la complicación de nuestro paciente. Este es el caso de la hemorragia obstétrica, una de las causas que más genera muertes en nuestro país y que es considerada a nivel mundial como la primera causa de mortalidad materna.
Por eso, para atender a una paciente con hemorragia obstétrica, existe un protocolo diseñado especialmente para que nuestra atención sea eficaz y logremos brindar un manejo óptimo de la situación. Por esta razón, hoy queremos repasar contigo un poco más sobre el Código Rojo y su manejo basado en sus principios básicos:
- Manejo óptimo del tiempo.
- La reposición adecuada del volumen sanguíneo: uso de diferentes procesos médicos para lograr disminuir el sangrado.
- Trabajo en equipo durante el proceso
Manejo óptimo del tiempo: Los primeros momentos del sangrado son vitales para entender el estado en el que se encuentra nuestro paciente. Es aquí donde debemos priorizar un diagnóstico de choque hipovolémico pues el primer objetivo será anteponer la condición materna sobre la fetal, reconociendo de manera rápida que el organismo tolera mejor la hipoxia que la hipovolemia. Por lo tanto, el método de reanimación de choque hipovolémico en el momento inicial, se basa en el reemplazo adecuado del volumen perdido, calculado por los signos y síntomas de choque.
La reposición adecuada del volumen sanguíneo: Una vez tengamos el análisis completamente claro y un manejo óptimo del tiempo, es necesario hacer una reposición del volumen con solución de cristaloides, ya sea con una solución salina al 0.9% o solución de Hartman. Esta reposición debe ser de 3 ml de solución de cristaloide por cada ml de sangre calculado en la pérdida según la guía establecida para el manejo del Código Rojo en urgencias.
En este punto, también es importante saber y entender que el uso de diferentes procesos o maniobras para detener el sangrado, deben estar constantemente monitoreadas y se deben hacer en simultáneo con el tratamiento de la misma hemorragia, en lo posible, es recomendable detener el sangrado en los primeros 20 minutos del tratamiento.
Trabajo en equipo durante el proceso: En situaciones como estas, el trabajo en equipo se convierte en una parte primordial para salvar la vida del paciente; es indispensable la comunicación entre el líder con el equipo de trabajo y a su vez estos con la familia de la paciente. En este sentido, se debe garantizar que todas las personas que estén involucradas en el procedimiento, conozcan el Código Rojo y sus funciones específicas. También es recomendable que alguien del equipo lo pueda tener de manera física para así solucionar cualquier duda que se pueda presentar durante el proceso.
La activación del Código Rojo, puede ocurrir en urgencias, hospitalización o en las salas de cirugía, partos o recuperación; por lo cual es importante que, como personal del área de la salud, tengamos total conocimiento de él y sus manejos para garantizar así una acción efectiva y rápida en el momento que suceda.
Puedes compartir este artículo con tus compañeros y amigos para que así juntos puedan entender un poco mejor de este Código y algunas de sus funciones.