La mielitis transversa (MT) es un trastorno neurológico inflamatorio caracterizado por la afectación de la médula espinal en toda su extensión transversal. Esta disfunción provoca disfunción motora, sensitiva y autonómica de manera súbita o subaguda. Puede ser idiopático o asociado a enfermedades autoinmunes, infecciones o trastornos desmielinizantes como la esclerosis múltiple o el trastorno del espectro de neuromielitis óptica (NMOSD).
Epidemiología
La incidencia anual de la MT es de aproximadamente 1,34 a 4,6 casos por millón de personas. Se presenta a cualquier edad, con picos de incidencia en niños y adultos jóvenes (10-19 años) y en adultos de 30 a 39 años. No muestra una predilección de género significativa en su forma idiopática, aunque en casos secundarios puede variar según la enfermedad subyacente.
Clínica
Los síntomas de la MT suelen desarrollarse en horas a días y progresan en un período de 4 a 21 días. Las principales manifestaciones incluyen:
- Déficit motor: paraparesia o cuadriparesia de evolución rápida, con patrón de neurona motora superior (hiperreflexia y espasticidad) o inferior (arreflexia y flacidez en fases iniciales).
- Alteraciones sensitivas: parestesias, disestesias o anestesia con un nivel sensitivo definido. Puede aparecer el signo de Lhermitte en casos desmielinizantes.
- Disfunción autonómica: alteraciones urinarias (retención o incontinencia), intestinales (estreñimiento) y disfunción sexual.
Según la gravedad, la MT puede clasificarse en completa (déficit motor y sensitivo severo) o incompleta (déficit parcial).
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en criterios clínicos y en estudios complementarios:
Prueba | Propósito |
Resonancia magnética (RM) | Identificar lesiones hiperintensas en T2 y captación de contraste en T1 con gadolinio. Excluye compresión medular. |
Punción lumbar | Detectar pleocitosis, hiperproteinorraquia o bandas oligoclonales (si es secundaria a esclerosis múltiple). |
Serología para infecciones | Evaluación de virus como VIH, VZV, CMV, enterovirus. |
Anticuerpos anti-AQP4 y anti-MOG | Diagnóstico diferencial con NMOSD y encefalomielitis autoinmune asociada a MOG. |
Potenciales evocados somatosensoriales | Para evaluar la conducción nerviosa en casos atípicos. |
Los criterios de diagnóstico incluyen la presencia de disfunción neurológica compatible, la exclusión de otras causas y la evidencia de inflamación medular en RM o líquido cefalorraquídeo.
Tratamiento
El tratamiento depende de la causa subyacente y la gravedad del cuadro clínico:
Situación | Tratamiento |
MT idiopática | Metilprednisolona IV (1 g/día por 3-5 días), seguida de prednisona oral con reducción progresiva. |
Casos graves o refractarios | Plasmaféresis (5-7 sesiones) o inmunoglobulina IV (2 g/kg en 5 días). |
MT asociada a NMOSD | Rituximab o tocilizumab para prevención de recurrencias. |
MT infecciosa | Antivirales o antibióticos según el agente causal. |
Rehabilitación | Terapia física y ocupacional temprana para prevenir contracturas y mejorar la función motora. |
Promoción y prevención
La prevención primaria se centra en el control de enfermedades predisponentes:
- Vacunación contra agentes neurotrópicos (VZV, polio).
- Manejo adecuado de enfermedades autoinmunes.
- Educación sobre síntomas neurológicos de alarma para detección precoz.
Conclusión
La mielitis transversa es un trastorno inflamatorio de la médula espinal que puede tener múltiples etiologías. Su diagnóstico temprano y tratamiento oportuno son clave para mejorar el pronóstico y reducir secuelas neurológicas. La rehabilitación y el seguimiento a largo plazo son fundamentales para la recuperación funcional del paciente.
Bibliografía
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