Empieza la cuenta regresiva; poco a poco los nervios se van apoderando de nosotros y empezamos a pensar más de la cuenta en lo que posiblemente podemos fallar a la hora de presentar el examen de la UdeA, ¿te ha pasado alguna vez? Lo más probable es que sí, pero ahora es el momento de dejar atrás esos nervios y tener la confianza de que vamos a superar con éxito este nuevo reto.
Aunque no existe una fórmula exacta para no cometer errores, si hay casos y situaciones muy frecuentes que pueden llevarnos a tener un mal resultado y, por eso, hoy queremos darte una lista de las cosas que deberías evitar a toda costa:
- Dudar de ti y de tus conocimientos.
- Desconocer la metodología del examen al que te enfrentarás.
- Acelerar el tiempo o no darle un buen manejo durante el examen.
- Pasar por alto los detalles brindados en el enunciado.
Dudar de ti y de tus conocimientos: ¡tú puedes lograr todo lo que te propones, de eso estamos seguros! La confianza es un factor fundamental para determinar el éxito en lo que realizamos; recuerda que este es tu sueño y que te has preparado para conseguirlo. Por eso, lo mejor que puedes hacer es confiar en que los esfuerzos que has realizado en tu preparación serán ese pasaporte que te llevará a ver tu nombre dentro de la lista de admitidos.
Desconocer la metodología del examen al que te enfrentarás: podrás pensar que todos los exámenes son de respuesta A, B, C o D, o que tal vez podrás encontrar algunos casos clínicos, sin embargo, no todos son iguales. Entender cuál es el propósito de cada universidad, sus intenciones, clasificación de preguntas y áreas específicas a evaluar nos ayudará a entender mejor a lo que nos enfrentaremos y aunque ya te lo hemos contado anteriormente, un buen tip en este punto es realizar simulacros que nos ayuden a conocer cada examen mejor, si quieres leer más sobre esto puedes dar clic aquí.
Acelerar el tiempo o no darle un buen manejo durante el examen: ¡respira y ve con calma! Cada examen está diseñado para un tiempo específico, empieza a leer y a responder las preguntas en las que más te sientas seguro, esto te dará tiempo para dedicarle todo tu análisis a las que más te confunden. Cada minuto cuenta, pero si confías en lo que ya sabes y en tu preparación mental podrás repartir el tiempo de manera adecuada.
Pasar por alto los detalles brindados en el enunciado: muchas veces la respuesta ya la tenemos y ni cuenta nos damos. Es por esto que para responder bien cualquier prueba es importante una buena lectura debido a que suele suceder que pasamos por alto algunos detalles como un “excepto”, una coma o un adverbio. Aunque estos aspectos pueden parecer muy simples son capaces de cambiar por completo el sentido de la pregunta y, por lo tanto, de la respuesta. ¡A leer bien!
Como dice el dicho “soldado advertido no muere en guerra” y ya después de leer este artículo y conocer los errores más comunes a la hora de presentar un examen de admisión estamos seguros que nos los cometerás. Ahora te invitamos a que los compartas con tus compañeros para que ellos también estén un paso más cerca de cumplir su sueño de ser especialistas.