¿Alguna vez has iniciado tu semana sin tener claro cuáles son las tareas y prioridades que debes realizar durante los siguientes días? La falta de planeación puede producir sentimientos de agobio y malestar, pues se siente que hay muchas tareas pendientes por terminar.  En muchas ocasiones las tareas son tantas que, al no saber por dónde empezar, conllevan a una mala gestión de tiempo.

Si esta situación te suena familiar es momento de leer este artículo. Te aseguramos que será sumamente útil para ti. 

Se trata de algo bastante común y, aunque a todos nos ha sucedido en algún momento de nuestras vidas, debemos ser conscientes de que para alcanzar cada uno de nuestros objetivos, como el de prepararnos correctamente para pasar a la especialización de nuestros sueños, tenemos que aprender a organizar nuestro tiempo de manera eficiente. 

A pesar de que nuestro día a día está lleno de actividades que dificultan nuestra organización como por ejemplo los imprevistos en el turno o los compromisos personales, debemos saber que existen métodos bastante efectivos para optimizar nuestro tiempo y hacer que nuestras actividades diarias conserven una planeación para facilitar su realización. Por eso, hoy queremos compartir contigo dos técnicas que te ayudarán a aprovechar cada minuto de tu día: 

  • Getting Things Done (GTD)
  • Técnica Pomodoro

Getting Things Done (GTD): Este método se centra en la construcción de una lista de tareas, priorizando las actividades que necesitan más atención y determinando lo urgente sobre lo específico. Su objetivo es hacer un análisis completo sobre cada una de las tareas para poder darles un orden. David Allen, creador del método GTD, propone que dentro de este proceso existen diversas fases que nos ayudarán a gestionar nuestro tiempo de la mejor manera. 

  1. Recopilar las actividades pendientes: Podemos hacerlo por medio de una libreta, una aplicación o un correo electrónico. Lo importante es que liberemos nuestra mente de estar pendiente de las tareas. 
  2. Procesar lo que hay que realizar: Tendremos que analizar cada tarea dependiendo de su importancia. Así podremos asignar fechas de vencimiento, delegar, archivar y, si puede realizarse en menos de 2 minutos, hacerla.
  3. Organizar las tareas: De acuerdo a su prioridad, podremos definir si la debemos realizar inmediatamente, si se trata de algún proyecto que deba de ser ejecutado mediante distintas tareas, si depende de otras personas o si carece de prioridad y podemos completarla luego. 
  4. Evaluar el proceso: Este paso es clave para asegurar el éxito de este método y consiste en revisar periódicamente la lista de pendientes y proyectos para tener todo bajo control.
  5. Ejecutar los pendientes: Tenemos que elegir bien la tarea en la que centraremos nuestra atención dependiendo del contexto, la prioridad, el tiempo y la energía disponible. 

De esta forma, el método GTD busca como primer fin permitirnos una gestión correcta de actividades, liberar nuestra mente gracias a las listas establecidas y dar una visión rápida y gráfica de nuestra situación.

Técnica Pomodoro: Por otro lado, el Pomodoro es un método efectivo y práctico para la administración del tiempo; este se apoya en el uso de un reloj para poder dividir el tiempo dedicado a cada actividad en intervalos de tiempo de 25 minutos (pomodoros), separados por pequeñas pausas donde la mente logra descansar y relajarse. El método se basa en la idea de que las pausas frecuentes pueden mejorar la habilidad mental.

Entre las muchas ventajas que tiene este método en nuestro día a día, está la distribución de tiempo en las actividades, proyectos y asuntos personales permitiéndonos un mejor control de todas ellas. Además, las herramientas y el método del Pomodoro crea un ambiente que propicia nuestra concentración y nos ayuda a tener menos interrupciones y más tiempo para nuestro espacio personal. Para que esta técnica sea más efectiva te recomendamos seguir estos pasos: 

  1. Elige una tarea para completar.
  2. Ajusta un temporizador a 25 minutos.
  3. Trabaja en la tarea hasta que pasen los 25 minutos.
  4. Toma un pequeño descanso de cinco minutos.
  5. Repite los pasos del 1 al 4.
  6. Después de cada cuatro pomodoros, tomar un descanso más extenso, de unos 20 minutos o más.

Ahora que ya tienes claras algunas de las técnicas más importantes para la gestión del tiempo, estamos seguros de que estarás un paso más cerca de cumplir tu objetivo de convertirte en el especialista que tanto has deseado.