Imagínate que apruebas el examen de admisión de la especialidad médica de tus sueños, pero ahora debes enfrentarte a una entrevista como parte final del proceso de selección, ¿te sientes preparado? A veces nos centramos tanto en actualizar nuestros conocimientos médicos en áreas básicas y clínicas que pasamos por alto otras etapas del proceso que son de igual importancia para pasar a una especialización.

Por eso, debemos prepararnos de manera integral para asegurarnos de que cada fase de nuestro proceso sea un éxito; y es que una buena entrevista va más allá de ser puntual, tener una buena presentación o responder con seguridad. Por esta razón, hoy te traemos cinco elementos que debes de tener en cuenta a la hora de presentar una entrevista:

1.    Responder algo diferente a lo que nos están preguntando.

2.    Hablar demasiado o responder con monosílabos.

3.    Presentar un perfil que no se ajusta a lo esperado.

4.    Responder basado en opiniones personales.

5.    Tomarnos las cosas de manera personal.

Responder algo diferente a lo que nos están preguntando: Algunas veces se nos puede dificultar comprender lo que nos está preguntando nuestro evaluador por lo que terminamos enfocando mal nuestra respuesta y acabamos yéndonos por las ramas o simplemente brindando una información muy general que no se adecua a lo solicitado.

Para que esto no nos suceda, es fundamental que tengamos una escucha activa durante toda la entrevista. Además, otro aspecto que nos puede ayudar es conocer con antelación la estructura general de la entrevista. Para esto, podemos preguntarle a algún conocido sobre el proceso y de esta forma evitaremos improvisar, pero mantendremos nuestra flexibilidad para contestar.

Hablar demasiado o responder con monosílabos: La idea de una entrevista es poder conocer de mejor manera el perfil de un candidato. Sin embargo, esto no se puede lograr si respondemos con un simple sí o un no puesto que no estaríamos aportando información de valor para nuestra selección. Ahora bien, tampoco podemos irnos al extremo de hablar en exceso ya que no necesariamente toda la información que aportemos será valiosa y relevante para el proceso de admisión. Algo que nos puede ayudar es conocer con antelación cuánto durará la entrevista pues de esta forma podremos calcular el tiempo que tenemos para dar nuestras respuestas.

Presentar un perfil que no se ajusta a lo esperado: Como el objetivo de esta fase del proceso de admisión es mirar si nuestro perfil se ajusta a la especialización, nuestras respuestas deberán estar enfocadas al programa académico para el cual estemos aplicando. Para lograr esto, podemos mencionar algunas características o experiencias personales específicas que nos posicionan como un candidato ideal para la especialidad a la que aspiramos acceder.

Responder basado en opiniones personales: Durante una entrevista debemos procurar mantener nuestra objetividad y profesionalismo pues al final lo que buscan nuestros evaluadores es conocernos como los futuros médicos especialistas que deseamos ser. Para esto, debemos evitar hablar mal de terceros, ya que es algo que puede ser mal visto y puede afectar nuestra admisión.

Tomarnos las cosas de manera personal: Debemos de tener en cuenta que existen algunas preguntas de tensión, las cuales pretenden poner a prueba nuestro profesionalismo. Por esto, aunque algunos cuestionamientos pueden parecer personales, solo están evaluando hasta qué punto podemos mantener nuestra objetividad. Nuestra recomendación es que mantengas la calma durante todo el proceso.

Siguiendo estas recomendaciones podremos aumentar las posibilidades de tener una entrevista exitosa y recuerda que la mejor forma para afrontar tu proceso de admisión es prepararte con antelación y de manera integral para que tengas todas las herramientas que te permitirán pasar a la especialidad médica de tus sueños.