Las quemaduras son lesiones en la piel causadas por exposición a fuentes de calor, radiación, electricidad o productos químicos. En Colombia, estas lesiones son una causa importante de morbimortalidad, especialmente en la población infantil y adulta joven. Por lo tanto, es fundamental conocer los diferentes tipos de quemaduras y su manejo clínico para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

¿Recuerdas la clasificación de las quemaduras?

En 1955 Converse y Rob Smith describieron las principales características de las quemaduras para su clasificación, estas aún siguen estando vigentes: 

Y, ¿cómo determinar la extensión de la quemadura?

En mayores de 14 años y adultos con quemaduras grado II y III se aplica la regla de las 9 de Wallace, la cual consiste en que diferentes regiones anatómicas representan un 9% o un múltiplo de nueve del total de la superficie corporal. 

¿Qué signos y síntomas a nivel general podemos encontrar en un paciente quemado?

Es importante observar al paciente de manera integral y no solo limitarnos al área afectada por la quemadura, ya que algunos otros factores como la edad y comorbilidades que presente el paciente también son un factor fundamental a tener en cuenta, sobre todo en aquellos pacientes donde se ve comprometido más del 20% de la superficie corporal en donde se pueden comprometer diferentes sistemas como lo son: neurológico, endocrino, cardio pulmonar, gastrointestinal y hematológico.

Manejo del paciente

  1. Asegurar el ABCDE del paciente.
  1. Manejo de vía aérea: 
  • En quemaduras por inhalación suministrar oxígeno al 100%, remover secreciones y garantizar permeabilidad aérea.
  • En sospecha de trauma cervical asociado por trauma directo de alta cinemática o explosión, colocar collar cervical hasta que se realice la evaluación minuciosa de la lesión.
  • En sospecha de intoxicación por CO2 asegurar vía aérea .
  • Se recomienda realizar intubación en los siguientes casos:
  • Paciente gran quemado.
  • Paro cardiorespiratorio.
  • Glasgow   8.
  • Inestabilidad hemodinámica.
  • Obstrucción de vía aérea (estridor, fatiga respiratoria, edema faríngeo, no respuesta a oxígeno)
  • Politraumatizado con quemaduras extensas.
  1. Manejo del dolor: Manejar el dolor utilizando la escala análoga del dolor y tipo de quemadura.
  • En quemaduras leves: Acetaminofén o tramadol.
  • En quemaduras de gran extensión con hospitalización: Opiáceos fuertes junto con otro analgésico.
  • Es muy importante ser cautelosos con el uso de AINES al ingresar el paciente ya que pueden llegar a generar algún grado de injuria renal debido al efecto sistémico generado por las quemaduras.
  1. Aplicación de líquidos endovenosos: En pacientes con quemaduras 20% requiere terapia intravenosa.
  1. Sedación, lavado y desbridamiento inicial: 
  • Inicialmente, se recomienda realizar sedación consciente con los siguientes medicamentos:
  • Midazolam: 0.03-0.1 mg/kg/dosis
  • Ketamina: 0.25 – 1 mg/ kg/ dosis
  • Se continúa con la remoción de tejido desvitalizado utilizando solución isotónica abundante (Hartman preferiblemente)
  • Cubrir las heridas con gasas vaselinadas.
  • Nota: La escuela antioqueña recomienda cubrir las zonas afectadas con Sulfadiazina de plata.
  1. Aplicación de Toxoide tetánico: Debe de aplicarse en caso de que la última dosis  del esquema de vacunación completo sea mayor a 5 años. 

Si no se tiene certeza del esquema de vacunación del paciente, se recomienda aplicar la dosis acompañada de inmunoglobulina antitetánica para evitar riesgo de infección. 

  1. Antibióticos: 
  • No se recomienda el uso de antibióticos, ya que puede aumentar el índice de resistencia antibiótica, toxicidad hepática y renal e infecciones por Clostridium difficile.
  • Solo se recomienda el uso de profilaxis antibiótica en pacientes con quemaduras que comprometen el periné y la región perianal debido al riesgo de infección por la mucosa y flora bacteriana de la zona.

¿Qué hacer ante una quemadura eléctrica?

  1. Sospechar lesión medular o fractura secundaria al trauma, buscando medidas estabilizadoras hasta confirmar la lesión.
  2. Aplicar protocolo de soporte vital avanzado de trauma del ATLS.
  3. Valorar vía aérea, administrar oxígeno y evaluar necesidad de intubación.
  4. Realizar reanimación hídrica.
  5. Aplicar dosis de toxoide tetánico.
  6. Se recomienda realizar electrocardiogramas seriados durante las primeras 24 horas de ingreso para descartar arritmias o isquemias.
  7. Realizar biomarcadores séricos en las primeras 24 horas para evaluar daño muscular.
  8. Realizar estudio de función renal, electrolitos, función hepática, gases arteriales y uroanálisis.
  9. Realizar lavado y desbridamiento de los tejidos desvitalizados luego de 72 horas de la quemadura.
  10. Evaluar la progresión de la necrosis tisular con el fin de descartar infección o sepsis.
  11. Evaluar necesidad de fasciotomía.

Referencias: