Sabemos lo agobiantes que pueden resultar los largos turnos, el enfrentarte a situaciones difíciles con pacientes, la falta de tiempo para hacer lo que te gusta e infinidad de situaciones que, como personal de la salud, vivimos a diario. 

La salud mental es fundamental para el buen desarrollo de las actividades del día a día y nuestra relación con los otros, especialmente, si trabajamos teniendo contacto directo con las personas, muchas veces, en calidad de pacientes. Es por eso que tenemos estos pequeños ejercicios que podrás realizar para mejorar tus cuidados en este sentido. Continúa leyendo y descúbrelos.

Y… ¿Qué es la salud mental?

En términos generales, hablamos de salud mental para referirnos al estado de equilibrio entre una persona y su entorno sociocultural, el cual garantiza su participación efectiva en el trabajo, su respuesta cognitiva frente a diferentes situaciones y las relaciones en su cotidianidad para alcanzar el bienestar y la calidad de vida deseada.

Teniendo esto en cuenta, una buena salud mental consiste, en parte, en una buena gestión de tus emociones, en entender que a veces hay momentos no tan fáciles, y que para ello, existen recursos personales y lugares seguros a los que puedes acudir mientras estos pasan.

Haz este pequeño chequeo de tu salud mental

  • ¿Experimentas un estado emocional que te resulta poco agradable, que ha dejado de ser transitorio y se torna persistente?
  • ¿Se te dificulta de forma significativa la productividad en tus turnos?
  • ¿Tienes alteraciones en el sueño y/o de apetito?
  • ¿Has tenido pensamiento de desgano y poca motivación hacia la vida persistentes?

Sin importar si has respondido de forma positiva o negativa a alguna de estas preguntas, es importante que siempre tengas buenos hábitos para una salud mental excelente en ambientes que pueden resultar caóticos, ¡toma nota!

Toma un respiro y realiza actividades fuera del trabajo

Somos conscientes de que el tiempo libre que tenemos como profesionales de la salud es muy limitado, pero siempre que sea posible, debemos permitirnos realizar actividades que nos distraigan y nos permitan tener un momento de diversión o relajación. Por ejemplo, podemos sacar una hora del día para escuchar algún podcast, jugar un videojuego, o leer un libro.

Nutre tus relaciones

A veces, lo más conveniente para escaparnos del estrés generado por la rutina entre consultorios es hablar y pasar tiempo de calidad con nuestros seres queridos. Estas personas son nuestra zona segura o nuestra red de apoyo y, pasar tiempo con ellos, nos permitirá desahogarnos y distraernos un rato, incluso podrán mostrarnos la otra cara de la moneda y ayudarnos a encontrar otro punto de vista para la situación que nos inquieta.

Muévete

Seguro has escuchado hablar del equilibrio entre cuerpo y mente, y es que, como mínimo, deberíamos ejercitarnos al menos tres veces a la semana. Esta puede ser la excusa perfecta para practicar ese deporte que siempre nos ha gustado, liberarnos un poco y, además, sentirnos con más energía.

Aléjate un poco de los medios de comunicación

Si bien es importante mantenerse informado sobre lo que pasa en el mundo, una alta exposición a las imágenes y los hechos noticiosos con una connotación negativa aumenta nuestro estrés y reduce nuestro bienestar general. Por esta razón, lo mejor es poner un límite a la información que recibimos y así asegurarnos de preservar en la medida de lo posible nuestra salud mental.

Hazte consciente de tu respiración

Es fundamental aprender a respirar y practicar ejercicios de respiración, ya que está totalmente ligada a nuestros estados anímicos. Cuando la emoción del momento no nos permite tener una respiración adecuada, podrían aumentar nuestros estados de ansiedad.

Para esto, existen diferentes técnicas de respiración que ayudan a relajarte un poco en los momentos que lo creas necesario, aquí te contamos una de ellas:

Respiración 4-7-8: esta técnica consiste en inhalar durante 4 segundos, retener el aire durante 7 segundos y exhalar durante 8. Este patrón de respiración tiene como objetivo reducir la ansiedad y también puede ayudarnos a conciliar el sueño.

Ahora que ya conoces un poco más acerca de este tema y algunas buenas prácticas, queremos que sepas que nuestro principal llamado es hacia tu autocuidado físico y mental, por eso, al seguir estos sencillos ejercicios podrás proteger tu salud en medio de tu cotidianidad. Comparte este artículo con tus colegas y síguenos para conocer más recomendaciones que te ayudarán a gestionar tu salud mental.