Nuestro día a día está lleno de experiencias y casos que nos enfrentan a cambios y aunque a veces solemos centrarnos en realizar actualizaciones médicas y asistir a congresos y charlas sobre enfermedades extrañas y poco comunes que llaman nuestra atención, debemos de recordar que existen patologías que pueden presentarse en cualquier momento en nuestro consultorio y, por eso, requieren de nuestra constante actualización.  

Aunque estamos seguros que sabes de qué se trata la mononucleosis infecciosa, queremos repasar un poco de ella contigo en este blog. Esta patología se conoce comúnmente como “la enfermedad del beso” debido a que su principal campo de transmisión se da por medio de la saliva y también a través de transfusiones de hemoderivados, siendo esta una enfermedad infecciosa, aguda, febril y autolimitada que puede generar en nuestros pacientes malestar intenso y dolor. 

Pero, ¿cuáles son sus síntomas más comunes? 

Para detectar fácilmente esta patología es necesario que tengamos presentes algunos de sus síntomas más comunes y así poder brindar un buen diagnóstico inicial a nuestro paciente a la hora del tratamiento. Los síntomas más comunes son: 

  • Fiebre, generalmente elevada de 39,5° C, aunque puede llegar a 40,5° C.
  • Astenia y adinamia. 
  • Ganglios linfáticos cervicales dolorosos.
  • Faringitis intensa, dolorosa y exudativa .
  •  Disfagia, odinofagia
  • Cefalea y náuseas. 
  • Esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo).
  • Hepatitis anictérica. 

Esta enfermedad es producida por un virus de la familia herpesviridae llamado virus de Epstein-Barr, que está distribuido por todo el mundo y, como lo habíamos mencionado antes, se transmite por medio de la saliva, afectando principalmente a los adolescentes, jóvenes y adultos.

Recordemos a su vez que esta patología puede prolongarse de 2 a 4 semanas y que podemos diagnosticarla al realizar el cuadro clínico y revisar las alteraciones que pueden presentarse en la sangre como un aumento de leucocitos (células blancas) siendo típicos la linfocitosis y el predominio de linfocitos atípicos. También se utilizan los estudios serológicos que demuestran la presencia de unos anticuerpos (anticuerpos heterófilos) y el estudio de anticuerpos específicos para el virus del Epstein-Barr (VEB).

Ten presente que esta patología puede tener un manejo inicial basado en un tratamiento sintomático con antipiréticos y antiinflamatorios y que algunos casos puede ser útil el uso de glucocorticoides solo en casos complicados

Ahora que recuerdas un poco más sobre la mononucleosis infecciosa, puedes compartir este artículo con tus compañeros y amigos, estamos seguros que cada tema repasado les será de gran ayuda a la hora de cumplir sus sueños de ser especialistas y convertirse día a día en mejores médicos.